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sábado, 6 de febrero de 2010

Tío Orestes

Tío Orestes era el hermano de mi abuela materna. Se murió de madrugada el 6 de febrero de 1990.
20 años ya.
Pocos detalles han trascendido: que era muy inquieto, su peculiar manera de sentarse... un culo de mal asiento más bien.
Y, sin embargo, todos los años, el 6 de febrero, nos acordamos de él. Año tras año, la historia se repite:

Hace, hoy mismo, exactamente 20 años, mi madre, mi padre y yo nos íbamos a la cama. Era un martes. Al día siguiente había cole. Unas horas más tarde, vienen los dos a mi cama y me llevan a casa de mi abuela Flor (que vive justo enfrente de mi casa).

Mi madre se había puesto de parto.

Ya cuando se acostó tenía dolores pero como yo tardé tres días en nacer, que se fue al hospital antes de tiempo, esta vez dijo que iba a aguantar hasta el final. Solemos decir en mi familia que mi hermana, un poco más, y nace antes de los dolores.

La cosa es que mi hermana nació en Cáceres, sí, en la capital. Y si hacéis cuentas, desde Carcaboso hasta Cáceres ahora se tardan apenas 50 min y por autovía pero hace 20 años... ¡uy! hace 20 años se tardaba el doble y encima, por esas curvas traicioneras del Tajo... no lo quiero ni recordar.

Adela dice que sonaban las 3 de la mañana cuando salían de Carcaboso... dirección Galisteo, a recoger a su madre (¡claro!). Y después, rumbo a Cáceres.

Mi abuelo siempre decía que Laura casi nace en el mismo río... y mi madre siempre dice "si lo llego a saber, ¡nace en Plasencia!".

Creo que la situación era algo así: mi padre al volante, dos abuelas y una mujer de parto. La futura madre, diciendo: ¡corre, Felipe, CORRE MÁS! y mientras, una abuela sacaba por la ventana un pañuelo blanco...

En serio papá, no sé cómo aguantaste tanta presión. Y encima, después de saltarte la velocidad por esas endemoniadas curvas del Tajo, vas y te paras en un semáforo en rojo al llegar a Cáceres, en noche cerrada, sin tráfico. (Esta parte de la historia creo que es mi favorita)
A: ¿Pero qué haces Felipe?
F: ¡Pues que el semáforo está en rojo!
A: ¡¡NO PARES EL COCHE HASTA QUE LLEGUES AL HOSPITAL!!

Creo que en este momento alguien rezaba el rosario dentro del coche.

Fue llegar al hospital, un enfermero acercó una silla de ruedas y mi madre y él salieron volando por los pasillos del hospital.

Día: 06 de febrero de 1990
Hora: 04:40

Dicen que no dejé de rezar el "Jesusito de mi vida" en toda la noche. Creo que recé poco.

A las 04:40 dejé de ser:
- Hija única.
- Prima única.
- Nieta única.

20 años después, felicidades hermanita.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

ostia con tío Orestes, no conocía yo esta historia....felicidades lauryta!y a tí tb que está curraiyo el blog...bsts pa ambas...
Viti

Anónimo dijo...

Sara muchísimas gracias!! :):)
me ha hecho muchísima ilusión
por aquí dicen que hay pequeñas lagunas en tu historieta.
Aquí vienen los comentarios de nuestra madre:
1. No fue un martes cuando empezó con los dolores, sino un lunes. Es decir, nací la noche del lunes al martes.
2. Cuando estábamos en la carretera de Cáceres y mamá decía: ¡CORRE FELIPE, CORREEEEE!, nuestra abuela materna dijo: ADELA! Deja a Felipe tranquilo,¿no ves que le pones nervioso?
3. En paritorio, mi madre se quejaba mucho y le dijo una enfermera: No grite señora que no es para tanto. A lo cual mi madre le contestó: ¡Cómo se nota que usted no ha tenido ninguno!. La enfermera se calló, y luego nos enteramos de que era la típica solterona y sin hijos por lo que le dolío bastante ese comentario.

Por todo lo demás genial! :) Muchísimas gracias hermanita, tu blog será mi estado tuenti.
muaaks!!

Sara G. Alcón dijo...

Obviamente, la madre que te parió es la que mejor cuenta siempre la historia.

Lo que no sé es ¿¡cómo se pudo olvidar la historia de la enfermera!? ¿¿¡Si es mítica también!?? xD xD