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lunes, 23 de abril de 2012

Los besos a escondidas saben mejor

Lo que menos me gusta de echar de menos a alguien es que funciona a rachas.


A días.
Por momentos.
En lugares concretos.


Cuando menos te lo esperas.
Llega sin avisar.


Se queda un tiempo indefinido.
No puedes dejar de hacerlo.


Aunque lo intentes.


Escuece. Duele. Hiere. Quema. Pica. Desgarra. Rompe. Congela. Hiela. Arde. Arranca. Desquebraja. Te hunde.
Te asfixia. ¿He dicho que duele? Duele. Mucho.
Pero, ¿sabes qué? Se pasa. Siempre se pasa.
Te lo prometo.




23 de abril, Día del Libro.
http://periodicoescolardelpablosorozabal.wordpress.com/2012/04/19/dia-mundial-del-libro-23-de-abril-2012/

2 comentarios:

Mamen dijo...

Duele y enrabieta. Esa sensación de: ¿¿Por qué %&¥£ ya no es como antes??
Tsss.... Pero coges litros de aire y se acaba pasando ;)

Sara G. Alcón dijo...

Exacto. ESA sensación: ¿Por qué ya no es como antes? ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha cambiado? Alguna clase de información que se escapa...

Pero siempre se pasa =)