Dadme una palanca y un punto de apoyo... y moveré el mundo (Arquímedes)

La estadística me dice que, en casa, con un número aproximado de habitantes que fluctúa a lo largo del año entre 2 y 4 personas, a la única que se le acaba siempre la botella de butano justo cuando se está duchando, es a mí.

Como en Carcaboso el repartidor pasa por las calles para hacer su tarea los miércoles, ayer tocaba cambiar de botella. Y como yo tengo mucho tiempo libre, mientras esperaba a que pasara por mi calle, decidí informarme de a cómo cotizan últimamente en Repsol. Y lo encontré. Aquí.

Así que tras desmayarme porque en Repsol son gente con clase y cotizan a la alza, preparé el dinero justo para pagar cuando el repartidor llamase al timbre. 15,53 €. Bueno, cogí algo más, por si acaso una nutria zombi me asaltaba en el rellano de las escaleras y me robaba el dinero. Nunca se sabe lo que puede pasar en 14 escalones. Y no subestiméis a las nutrias.

Todo fluía: coge una botella llena del camión, la deja en el suelo, mete en el camión la vacía... cuánto es, son 15.55 €, no puede ser, en la web pone que 15.53 €, ya pero en la oficina me dicen que cobren 15.55 €, ya pero son dos céntimos que a mí no me sacan de pobre pero que botella a botella suman, ya pero es que la gente me dice, ya pero es que a mí me da igual la demás gente. 

Pagué al final los 55. Subí para casa. Llamé a atención al cliente de Repsol y puse una bonita reclamación. La operadora me confirmó lo que ya sabía. Que 15.55 € no es el precio. 

No quiero ponerme a hacer cuentas. Seguro que esa llamada vale más que los dos céntimos. Yo me quedé bien a gusto. Y la próxima vez no pienso pagar ni un céntimo más. Modo ahorro ON. Aquí hay crisis para todos. Y yo no voy a subvencionársela a Repsol. Dos céntimos más por una botella no es mucho. Pero se venden muchas botellas y eso al final suman muchos céntimos. Y no es que yo sea tacaña. Es que no voy a pagar más si no tengo por qué pagarlo. Me gustaría saber cómo sería si se dejara a deber un par de céntimos...

Poco a poco iré informando a las vecinas para que hagan lo mismo. Son de la hermandad del puño cerrado así que la llamada se amortizará.

Teléfono de atención al cliente de Repsol: 901 100 100 

Anoche estuve más de lo normal en la ducha. Quiero que se acabe la botella y tengo ganas de ver al repartidor el próximo día que vaya a comprar una. Te lo voy a poner naranja. Pienso comprobar el precio de nuevo. Tengo mucho tiempo libre. Y también sé cómo funciona lo del redondeo.

Anoche me fallaste, querida estadística. Tú siempre tan atenta. Pero ya queda menos para que se vuelva a acabar la botella.