Alguien le preguntó a un niño: “¿Quién es tu mamá?”. Y él contestó:
“Mamá es esa señora que lleva en el bolso un pañuelo con mis mocos, un paquete de toallitas, un chupete y un pañal de emergencia. Mamá es ese cohete tan rápido que va por casa disparado y que está en todas partes al mismo tiempo. Mamá es esa malabarista que pone lavadoras con el abrigo puesto mientras le abre la puerta al gato con la otra, sosteniendo el correo con la barbilla y apartándome del cubo de basura con el pie. También es esa maga que puede hacer desaparecer lágrimas con un beso”.
“Mamá es esa forzuda capaz de coger en un solo brazo mis 15 kilos mientras, con el otro, empuja el carro de la compra. Mamá es esa campeona de atletismo capaz de llegar en décimas de segundo de cero a cien para evitar que me “descuerne” por las escaleras. Es esa heroína que vence siempre a mis pesadillas con una caricia. Mamá es esa señora con el pelo de dos colores que dice que, en cuanto tenga un huequito, solo otro, va a la pelu. Mamá es ese cuentacuentos que lee e inventa las historias más divertidas solo para mí. Es esa chef que es capaz de hacerme una cena riquísima con dos tonterías que quedaban en la nevera porque se le olvidó hacer la compra, aunque después ella se quede sin comer. Mamá es esa señora con bigote y trencitas en los pelos de las piernas que jura que en cuanto tenga un huequito, sólo otro, se depila”.
“Mamá es ese médico que sabe, con sólo mirarme, si tengo fiebre, cuanta, y lo que tiene que hacer para que baje. Es esa economista capaz de ponerse la ropa de hace cientos de años para que yo vaya bien guapo. Mamá es esa cantante que todas las noches entona la melodía mas dulce mientras me acuna un ratito. Es esa payasa que hace que me tronche de risa con solo mover la cara. Es esa sonámbula que puede levantarse dormida a las cuatro de la mañana, mirar si me he hecho pis, cambiar las sabanas, darme jarabe para la tos y un poco de agua, y todo, a oscuras y sin despertarse”.
“¿La ves? Mi mamá es aquella, la más guapa, la que sonríe.”
A mi me gustaría contar una anécdota que me ocurrió un día en clase... No tenía nada que ver con la asignatura puesto que era Derecho Internacional Público pero el profesor, aún así, nos contó:
"Un día, un padre va con su hijo al médico porque se ha puesto enfermo, no sabe lo que le pasa y, mala suerte, la madre no puede ir ese día. Cuando entran a la consulta, el médico comienza a preguntarle al padre si ha tenido esos síntomas anteriormente, si el pequeño ha sido vacunado de alguna cosa u otra, la comida que ha comido en los últimos días, si ha hecho alguna excursión... Y el padre no sabía contestar a casi ninguna pregunta, eran cosas de la madre".
Mi profesor añadió que el día en que un padre vaya a consulta con su hijo y pueda responder a todas esas preguntas que una madre respondería sin vacilar, ese día, ese día habría igualdad.
1 comentario:
felicidades a todas las madres.
y es verdad todo eso y mucho más,porque sin haber estudiado tenemos que poner en prácticas todas las carreras, licenciaturas,diplomaturas, módulos, etc
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