Cuatro monadas, ¿verdad? O cuatro cerdadas...
Si los viera Pavlov... En cuanto oían el ruido del coche se asomaban corriendo, ¡ruido = comida! Y se ponían como locos.
Ahora ya están más creciditos y no se pueden echar grandes carreras aunque en distancias cortas y con comida de por medio...
El siguiente vídeo es de hace unos días:
Aunque no se ve en el vídeo, os puedo asegurar que al abrirse la puerta entraron muy rápido a por su comida, sin nada que envidiar a un Miura.
Ya. ¿Te da pena cuando comes jamón?
En unos meses más, llegará su San Martín.
Habrá gente que después de ver el vídeo piense que qué pena, con lo monos que son...
Ya. ¿Te da pena cuando comes jamón?
3 comentarios:
Y desde aquí, felicidades a una de las mentes curiosas que suele dejarse caer por este blog.
¡Felicidades Pilar!
Gracias, y gracias tambien por enseñar a los habitantes de asfalto de donde sale el jamon que deleitan en la capital y por el que pagan cantidades astronómicas.Extremadura es única en muchas cosas pero en esto, amiga mia, pese a quien pese tambien.
No me extiendo, más porque de esto podría estar hablando toda una tarde.jajaja
¡Ea! Ahí queda eso =)
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