¡No te cortes!
¡DÍSELO!
Dile que ya queda menos.
Dile que ya ha comenzado la cuenta atrás.
Pero no le digas que lo peor es la recta final.
Dile que detrás hay un montón de gente que da su apoyo,
dile que lo va a conseguir.
Dile, que si ha podido llegar hasta aquí, un par de meses más se pueden aguantar.
¡DÍSELO!
Dile que habrá días en los que te den ganas de llorar.
Pero dile también que tendrá un hombro en el que se podrá apoyar.
Pero no le digas que habrá quien le haga la vida imposible.
No. Mejor díselo.
Y dile también, que los mejores años de tu vida serán en la universidad.
Pero no le digas lo rápido que van a pasar.
Dile que aunque tengas un montón de libros que leer, prácticas que realizar, entregas y maquetas a contrarreloj, exámenes de una pregunta y cuatro folios, o ejercicios de cinco horas... dile que no es imposible.
Dile que si otros han podido, tú también puedes.
Dile que en ocasiones la tentación te visitará para que tires la toalla.
Pero dile que tú eres más cabezota.
No le digas que será duro,
que a veces el estudiar se impondrá a las fiestas.
Es lo último que querría oír.
No le digas que no va a merecer la pena
porque sí que va a merecer la pena.
Dile que el esfuerzo y sacrificio tendrán su recompensa.
Que cuando una puerta se cierra, otra se abre en otro lugar... pero a lo mejor no la vemos bien porque es pequeñita.
Dile que sólo quedan un par de meses para que se acabe el curso.
¡Pero no le digas que esos meses son los peores! ¿O sí?
Dile que cuando se ahogue, que pida un vaso de tiempo.
Y no te olvides de decirle que no sirve de nada rezar.
Dile que no hay dioses que den más minutos a las horas ni más horas a los días.
Dile que ya sólo queda un pequeño gran esfuerzo.
2 comentarios:
Recuerdame tu blog en mis largas noches de entrega... :)
respecto al vaso de tiempo, te tengo una sorpresa ;)
todo a su tiempo!
¿¿¿O_o???
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